miércoles, 9 de marzo de 2011

AUTOBIOGRAFÍA 2ª PARTE, Por Ruben Espinosa


   Me gustaría aclarar que esta parte arrancará a partir de mis sesenta y tres años, y ya que estamos con aclaratorias, confieso que la primera parte no la escribí porque no me acuerdo bien y porque no me gustaría, como ya sabeis mis fieles lectores, quedar por impostor.De todos modos a quienes les gustaron mis anteriores trabajos, disfrutaran con el primero.

         Ayer fue mi cumpleaños. Sesenta y tres. Yo mismo hice la tarta y yo mismo robe las velas en el chino de abajo. A mi los sabios me querían enseñar a ser autodidacta, pero yo que soy mas listo, les tuve que decir que puedo solo,  y asi aprendí las palabras, los números y los acordes de mi piano. Leer es tan aburrido que de verdad que no os entiendo. Jamás leí un libro. Podría decir que conozco el amor verdadero, mi alma gemela: Lorena. Ambos fuimos siempre tan feos que sólo yo me comprometí a amarla, y viceversa. De vez en cuando me tope con otras almas. Llegue a pensar que Lorena, aquellas señoritas y yo, eramos almas trillizas ¿se imaginan? Pero supe que eso no era cierto porque despues de amar querían siempre dinero. La intención es lo que cuentan quienes creen que la intención es lo que cuenta; Yo preferí no contarle nada. No ser como esos amigos que llaman al telefono y dicen: “Iba a ir a verte pero al final...” Eso mi esposa y yo no lo soportábamos. Y digo soportábamos porque ella ya no está. Tenía un oficio de aquellos por los que siempre se anda viajando en avión. Lo que pasó lo omitiré porque, como os dije, no pienso hablar de la primera parte de mi autobiografía y en este sentido pienso ser muy estricto.

Creo que al final no celebré mi cumpleaños porque estuve pensando en escribir la segunda parte de mi autobiografía. Y a lo mejor lo hago.

Después llegó Lorena. Me despertó: Iba a venir ayer, para tu cumpleaños, pero al final perdí el avión. No importa -le dije- y seguí durmiendo.

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